Vender piso sin reformar suena fácil, pero en cuanto lo miras con otros ojos, te das cuenta de lo complicado que puede ser.
Te pones en la piel del comprador, y lo que antes te parecía «normal», ahora se ve viejo, oscuro o incómodo.
Lo que tú ves (y lo que el comprador ve)
Tú ves tu casa de siempre. Pero el que viene a comprar ve cosas muy distintas:
– Un baño pequeño con azulejos viejos
– Suelo que cruje
– Una cocina que no invita
– Distribución rara, pasillos largos
– Puertas oscuras, ventanas antiguas
Y lo peor es que no sabe cuánto le va a costar cambiar todo eso.
Ni quiere averiguarlo.
¿Qué cambiarías si pudieras?
Seguro que lo tienes claro: tirarías ese tabique, pondrías luz, actualizarías cocina y baño.
Es justo lo que haría el comprador…
Si tuviera tiempo, ganas y dinero.
Lo que busca quien va a comprar tu piso
– Entrar a vivir sin pensar en reformas
– Saber lo que compra, sin sustos
– Poder incluir todo en su hipoteca
Y tu piso, si estuviera reformado, tendría más visitas reales y se vendería mejor.
¿Y si pudieras reformar sin adelantar dinero?
Con Inmoki, tú pones el piso, nosotros ponemos la reforma.
Lo vendemos listo para entrar, como uno de esos de Idealista que se reservan en una semana.
Y el valor se nota en el precio, pero también en el tiempo que no pierdes.
Escríbenos si estás pensando en vender tu piso sin reformar.
Igual no necesitas un rebajador, sino un reformador.